Preboda en Pontevedra

Cristina y Carlos, preboda en Pontevedra

 

    Mi trabajo  hace que tenga contacto con muchas parejas, y por mi forma de trabajar, que sepa cosas de su historia y de ellos y su forma de ser. En mi caso siempre que puedo hago una preboda, y no sólo porque me gusten las sesiones de pareja, si no porque me parece una forma muy buena de conocerlos y de acercarse.

 

Las fotografías que hacemos en una preboda no suelen ser muy efectistas, si no que buscan más que nada reflejar la relación de la pareja.  Hablando concretamente de imágenes sirven para «practicar» con ellos para que el día de su boda estén más sueltos en los 20 minutos que empleo yo en las fotos de la pareja el propio día de su boda.

 

A mis parejas les apetece disfrutar del cócktel, de sus amigos y no perder una hora de su boda en una sesión. Aún así en esos 20 ó 25 minutos se pueden hacer una fotos preciosas de ellos en la propia finca de la boda o en los alrededores.

 

Pero hablando de personas que es con lo que trabajo, puesto que es lo importante  en mis imágenes, la preboda sirve para saber muchos detalles de ellos, sus gustos, sus intereses, lo que es importante para ellos, y detalles sobre lo que hace de su boda una boda distinta. Por eso lo primero es que ellos escojan la localización de su preboda. Me gusta que sea algo que les diga algo dentro de años cuando vean las fotos, no sólo un sitio bonito.

 

Por eso la parte más importante de la preboda es la caña que nos tomamos después. En este caso Cristina y Carlos han escogido  Pontevedra, y pasamos una tarde muy divertida por la ciudad.